Bebés

El primer año de vida de cuatro bebés en cuatro lugares diferentes del mundo. Este es el maravilloso viaje que nos propone el documental francés Bebés. Un seguimiento desde sus nacimientos hasta sus primeros pasos. Los niños son Ponijao, Namibia; Bayarjargal, Mongolia; Mari, Tokio, y Hattie, San Francisco.

Cuatro ambientes, culturas y clases sociales. Unos montan en triciclo o en el carrito último modelo, mientras otros beben del riachuelo o juegan entre cabras y vacas. Unos gatean sobre confortables pisos de madera y otros en la tierra. Unos tienen que ir al Zoo a ver animales y otros los tienen en el patio de su casa. Pese a las diferencias, todos tienen algo en común: el milagro de la vida  y la esencia universal del ser humano.

 

No hay narración ni intervención artística más allá de la música de Bruno Coulais, siempre discreta y armoniosa. El proyecto nació de una idea original del productor Alain Chabat. Luego se la cedió al director Thomas Balmés, el cual tuvo gran libertad y aportó sus ideas. No es documental en el sentido estricto del género (si es que existe ese concepto). El mundo de los documentales ha evolucionado mucho. Algunos, como Bebés, lo redefinen. Se estrenó en los grandes cines de algunos países, algo cada vez más frecuente.  Algunos documentales tienden a un excesivo afán didáctico, plagado de información y datos; Bebés ofrece lo contrario: un mural puro para reflexionar y sacar tus propias conclusiones.

Ponijao, Namibia

80 minutos para disfrutar de cuatro bebés que harán nuestras delicias. Un viaje neonato lleno de inocencia. Ellos son las estrellas  y las cámaras les siguen para extraer su catálogo de miradas y su preciosa naturalidad. Cada cual lo hará en su particular escenario. Mari, en la megalópolis de Tokio, hija única de unos padres dedicados a la moda, vive en un pequeño apartamento. Ponijao es hija de una familia de ganaderos de una tribu de Namibia, convive con 10 hermanos y vive en la sabana. Bayarjargal, vive en la estepa de Mongolia, convive con un hermano, también en una familia de ganaderos, nómadas en este caso. Por último, Hattie, es hija única de un matrimonio con profesiones liberales, vive en la soleada California, en la ciudad de San Francisco.

Al verlos es inevitable dejarse llevar: nos proyectamos y somos un poco de los cuatro personajes. También es inevitable pensar que algún día fuimos así, que todos lo fuimos, que todos los bebés son iguales, iguales de tiernos y de indefensos, y que la ayuda y el cariño de los padres es imprescindible. No deja de ser curioso, se supone que el ser humano es el animal más poderoso de la Tierra, sin embargo, es el que nace más desprotegido y el que más cuidados necesita.

Mari,Tokio

Las etapas de la primera infancia son universales en los cuatro puntos cardinales. Pero también veremos como el entorno marca sutilmente la personalidad desde el nacimiento. La película comienza con las costumbres durante el embarazo y el parto. Contrasta la situación de Hattie en el hospital, llena de monitores y goteos, mientras Ponijao mama apoyada en el suelo de su cabaña o Bayar es literalmente embalsamado tras su nacimiento  (con las piernas siempre envueltas durante los primeros meses).

Los momentos de lactancia son llamativos y singulares. La lactancia prolongada y en tándem en la cultura africana y el socorrido biberón del progreso, o incluso la extracción de leche por máquina en el caso de la madre de Hattie. El aseo es un momento sorprendente ya que los padres lo resuelven según la usanza y posibilidades: la madre de Ponijao le lava los ojos con su lengua y le corta el pelo con cuchillo, la madre de Bayar le lava la cara con la leche que le lanza de su pecho, y Hattie recibe una placentera ducha con su padre.

Bayarjargal, Mongolia

También nos muestra el valor de las costumbres y el desafío que representa el lugar en que le ha tocado nacer a cada uno. Mientras Ponijao muerde los huesos del suelo, lame a un perro y bebe agua del río, Mari realiza ejercicios de psicomotricidad con sus padres y juega con CDs. Mientras Bayar gatea entre gallos, cabras y vacas, Hattie aprende a ojear libros pedagógicos y recibe ejercicios de estimulación con otros lactantes.

Como todas las estrellas del celuloide, cada bebé tiene sus escenas emblemáticas. Ponijao aquella en que se queda dormido sentado o en la que empieza a balbucear con su hermano. En Bayar la escena en la que una cabra se bebe su agua de la palangana mientras se está bañando, o cuando se sube a un bidón rodeado de vacas, o cuando se le sube un hermoso gallo a la cama y el solo puede mirar ya que está embalsamado. En Hattie cuando el padre lo coloca dentro de su carricoche en un suave columpio y se acaba pegando un trastazo, o cuando pela y come su primer plátano. En Mari la escena del berrinche monumental que se agarra cuando no consigue encajar las piezas del juguete. Y muchos más que cada espectador elegirá.

Por supuesto, otro momento emblemático es cuando gatean y dan sus primeros pasos. Observamos como crecen y cambian rápidamente, y como de pronto, ¡zas!, se ponen de pie y mantienen el equilibrio ("peninos" como decía mi abuela). Luego, poco a poco, consiguen dar sus primeros y trastabillados pasos. Sentimos su alegría interior, están radiantes, es todo un logro de la aventura de la vida. ¡Dan ganas de aplaudir!

Hattie, San Francisco

Bebés, una película fascinante y maravillosa, de la que sacaremos lecturas personales pero también algunas universales: como que todo es relativo y que siempre descubrimos aspectos positivos de la diversidad. En mi caso, por supuesto, saco muchas lecturas, tantas que serían incontables, pero me quedo con una: más allá de donde seas, más allá de las condiciones que te rodean, lo realmente importante es el cariño y la preocupación de tus padres. Los bebés crecerán felices siempre que sean amados. Esa es una verdad universal.  

Recomendada para cualquier persona que quiera disfrutar de unos buenos y divertidos momentos. Recomendadas especialmente para padres, hijos, y cualquier profesional que se dedique a los niños (pediatras, enfermeras, etc...).

Trailer de bebés

FICHA.

Bebés. Dirección: Thomas Balmés. País: Francia. Año: 2010. Duración: 80 minutos.  Basado en una idea original de Alain Chabat. Producción: Alain Chabat, Amandine Billot y Christine Rouxel. Música: Bruno Coulais. Montaje: Craig Mackay. Distribuidora: Karma Films. Estreno en Francia: 16 de junio de 2010. Estreno en España: 29 de abril de 2011.