martes, 21 de agosto de 2012

Wall–E y El Curiosity


Estos días con la llegada de El Curiosity a Marte en misión de investigación me he acordado de esta maravillosa película llamada Wall-E. Y pienso cuan solo está El Curiosity en el planeta rojo. Quizás deberíamos enviarle una Eva, quizás todavía estamos a tiempo de enviársela para que no se aburra. O quizás vaya en el futuro a visitarlo en misión de reconocimiento. Sé que tiene mucho trabajo allá arriba; si, pero en todos los trabajos se fuma (es un decir) y para rendir necesitamos motivación. Aparte de compañía y cariño. Que difícil hacer tú trabajo sin nadie que lo aprecie. Además corre el peligro de quedarse varado en otro mundo y convertirse en una especie de Robison Crusoe robótico del espacio.

Esta escena es cuando se conocen. Eeeeevaa, Wall-Eeeeeee.  Recuerdo que fui sólo al cine a verla, a la función de las 18 h.,  y fue una experiencia fantástica. Rodeado de niños con sus madres, creo que era el único adulto en solitario, y bueno, allí dentro nos moríamos de la risa todos juntos,  todos entendíamos el mismo idioma, impagable momentos de diversión conjunta en el que durante 90 minutos nos igualamos las edades.

 
Wall-E es una auténtica joya del cine, es una película futurista visionaria con mensaje y enseñanza. Una crítica al destrozo ecológico que estamos haciendo al planeta Tierra, y que si no paramos y controlamos, terminaremos por buscar otros planetas para llenarlos de nuestra inmunda basura, hasta que no puedan más y huyamos en busca de otros a los cuales destrozar. También es una crítica a una sociedad cada vez más acomodada, sedentaria e introvertida. Y por ello cada vez más falta de emociones y cercanía física, hasta tal punto que por ese camino un día los humanos tendrán sentimientos mecanizados y los robots los sentimientos humanos
Y luego es una gran comedia. Es para reírte a mansalva. Es todo un homenaje al cine mudo.  De la actual y multipremiada The Artist –película contra la que no tengo nada, es más, me parece una gran película-, se dice que es la primera en volver al cine mudo, que es como una reinvención. Pero en eso no estoy de acuerdo. Wall-E se adelantó porque mayormente es cine mudo aunque tenga algunas partes habladas y sonidos robóticos. Y su vena cómica recuerda al del mejor cine  mudo como el de Charles Chaplin o Buster Keaton. Personalmente había momentos en que pensaba que estaba viendo a un Charlot con medios y tecnología moderna para componer. Con esto quiero decir que al vanagloriar a The Artist nos olvidamos de Wall-E. Sé que hay gente que no compara el cine de animación y el clásico –vamos a llamarlo así-, pero yo si lo hago. Está claro que el tema de actores y fotografía es otra historia, pero en guion y dirección o premios como mejor película pueden competir a la par. La línea que los separa es cada vez más difusa. Hace tiempo que reclamaba que en Los Oscars las buenas películas de animación compitieran en la categoría de mejor película, de igual a igual. Por eso, hace dos años,  me llevé una alegría especial cuando aumentaron el listado de candidatas a diez y entre ellas estaba Toy Story 3, otra maravillosa película.
Pero por encima de todo creo que Wall-E es una historia de amor intergaláctica. Una historia del amor más profundo, ese que es abnegado y entregado por naturaleza, aceptando las diferencias del otro, sin cortapisas de ningún tipo. Y si no vean esta genial y preciosa escena. Tan amorosa como tierna y graciosa.

Wall-E: batallón de limpieza es una película de la Pixar de 2008, dirigida por Andrew Stanton (anteriormente había dirigido Buscando a Nemo), bajo guion del propio Andrew Stanton y Peter Docter y Jim Reardon.
Esta película en su correspondiente entrega de los Oscars ya tuvo polémica por eso mismo que les contaba de los premios. La hubo porque en muchos círculos se pidió que entrara a competir como mejor película en el apartado general, finalmente no fue así y solo participó en el apartado de animación del cual se  llevó el Oscar a mejor película. Hubo críticas a la Academia porque se creía que la había restringido deliberadamente.  Para muchos críticos fue la mejor película del 2008. Pero eso dejó poso y sentó precedente. Solo dos años después, Toy Story 3, participó en el apartado general. Era obvio que otra gran película de animación no se podía quedar fuera de dicho concurso.

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