Boceto de una idea sin ilustrar de la ciencia en España

Imaginar un periodista de ciclismo narrando una etapa. Podría ser el añorado Pedro González, acompañado en los comentarios por el querido Pedro Delgado.

“En este momento Rajoy se pone al frente del pelotón ciclista de los despropósitos (Cávales La Tumba es el nombre del equipo al que pertenece) y tira para aumentar las diferencias con los cada vez más retrasados corredores de Ciencia, Investigación,  Diseño, Innovación, Arte y Ensayo y Educación (que pertenecen  a los  equipos de Sin Nosotros No Hay Futuro y No Solo de Presente y Estupefacientes y Corrupción Vive El Ser Humano)”.

“Estos corredores ya estaban desfondados cuando iniciaron la etapa, y arrastraban un serio retraso en la general desde el comienzo de La Grande Boucle por defectos de forma (nunca han tenido buenos entrenadores).  Aún así, Capo Silencioso Rajoy aprovecha un momento de descuido de estos corredores (se pararon a orinar)  para… ¡placa!, atacar deslealmente mientras ordena al resto de los competidores: <<Señores, no parar hasta llegar a meta; a todo meter: ¡ahora es el momento!>>".

 

“Algunos de los  ciclistas que le han seguido inmisericorde y fielmente se  han sorprendido (corredores pertenecientes a equipos como La Cultura es Incultura, Soy un Mamón a Mucha Honra, Estoy Aquí para Forrarme  y Pelotazo Cultura Mix Versión Nuevo Milenio). Pensaban que Capo Silencioso Rajoy  era mudo, pero felizmente comprobaron que era el líder señalado que sabría dar del do de pecho llegado el momento (su Moisés en el desierto). Silencioso, si. Delegando en terceros, también. Pero quizás por eso mismo más peligroso (aunque bueno para sus intereses): por sibilino y porque parece que no hace nada pero cuando te vas a dar cuenta… ¡zas!, ¡te robó la tostada! Con aliados así se puede ir hasta el fin del mundo”.  

“¿La meta? La meta es un futuro país anquilosado, un país lleno de mugre con una mayoría viviendo en la indigencia pero eso si, con 4 señores y señoras y sus amigos y los amigos de sus amigos viviendo de vicio, mientras los científicos (y demás inteligencia nacional) tienen que huir despavoridos del país”.

Entre bambalinas.

La idea es que la ciencia y la investigación en España arrastran un mal endémico. También otras áreas importantes como la educación (aunque son órganos de un mismo cuerpo), pero en este caso nos referiremos a ciencia e investigación que históricamente ha sido maltratada y es mucho más importante de lo que parece (quizás lastrado por la influencia de la falta de cultura científica en España). Ponerle piedras en el camino no es solo malo para el presente, sino también para el futuro, agravado porque lo poco que se haya podido construir bien se vuelve a caer (sus plazos son lentos, aunque sus logros, cuando se consiguen, fructíferos y duraderos).

La idea parte de la  noticia actual de que el mejor físico joven de Europa, premiado por la Sociedad Europea de Física como “mejor físico experimental de Europa”,  Diego Martínez Santos, que es español, se queda sin beca en su propio país y no puede regresar. Las explicaciones para ello son confusas cuando no estrafalarias. No se señalarían esas alegaciones del ministerio porque no son creíbles.

También coincide en el tiempo la noticia del caso de la joven científica española, Nuria Martí –suma y sigue-, despedida por un ERE (despido masivo) en Valencia, concretamente del centro de Investigación Príncipe Felipe. Luego emigró y recaló en la Universidad de Oregón (EEUU), donde ha participado en ese gran descubrimiento que ha sido la obtención de células madres embrionarias mediante clonación. Descubrimiento que podría ayudar a regenerar tejidos, curar graves enfermedades y lograr autotrasplantes sin rechazo.

La idea es un dibujo acorde con esta idea. Un gran pelotón lleno de ciclistas sin escrúpulos liderados por un Mariano Rajoy que estaría demarrando implacablemente. Luego vendrían los componentes del pelotón: diferentes valores no muy positivos, desperdigados siguiéndoles cómodamente. Por último aparecerían los corredores descolgados, haciendo la goma, que estarían  identificados con esos valores de Ciencia e Investigación, más algunos compañeros ya comentados que van de la mano: Educación, Cultura y demás. Estarían totalmente maltrechos, doloridos, heridos, intentando seguir el imposible ritmo que los ciclistas desalmados, e incluso dopados, imponen.

En esos momentos se ven totalmente abandonados a su suerte, no solo no reciben una mínima colaboración deportiva, sino que literalmente son pasados por encima por las demás bicicletas. Bicicletas  que portarían números relativos  al beneficio personal y rápido a toda costa, entre otras cosas. Las bicicletas maltratadas llevarían bonitos símbolos relativos a la ciencia, la investigación y la música.

Dejar un margen de improvisación e inspiración para el dibujante.

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